¿EDUCAR PARA QUÉ?
Responder a éste interrogante tal vez sea un poco o muy complejo, pues siempre hemos considerado que la educación es la mejor manera de “formar” seres humanos, pero; ¿querrá esto es decir que las personas que no han recibido ningún tipo de “educación” no es humana?, ¿Acaso existe un abismo tan inmenso entre la educación familiar y la educación escolar que no permita una integralidad entre ambas y que afirme que una es mejor que la otra?, ¿Será que las personas se educan para formar sociedades ó se forman sociedades para educar a las personas?, es decir, ¿nos educamos para transformar la sociedad ó estamos siendo educados por la misma sociedad?, en fin, son muchos y diversos los cuestionamientos que pueden surgir de la misma pregunta. Sin embargo, siempre hemos considerado que debemos educarnos para ser “alguien”, para ser mejores, para salir adelante, para sobresalir, para ser útiles a la sociedad, para tener una estabilidad, una solvencia económica digna, o sea, para mejorar nuestra calidad de vida. Siempre hemos tenido la connotación de que una persona “educada” es una persona culta, recatada, productiva, instruida, socialmente útil y que una persona que no ha sido preparada, educada; es una persona según uno de sus antónimos “viciada” , es decir pervertida, depravada, en pocas palabras inútil (por no decir estorbo) socialmente hablando.La educación ha sufrido grandes transformaciones a través del tiempo, al igual que todo en el universo. Los métodos tradicionales de la enseñanza de algunos años atrás, nos hablan de una mayor rigidez, de un estrictísimo mucho más severo, tanto que se llegaba hasta el punto de que el maestro podía asumir el rol de padre para castigar al niño o al joven desde el momento en que éste entraba al recinto educativo; mientras que ahora el establecimiento de nuevas normativas impiden incluso que hasta los mismos padres repriman a sus hijos. Quiero referirme a esto porque si consideramos que la educación es el mejor medio para adquirir conocimientos dentro de la formación, entonces me pregunto ¿cuál será el mejor método para una mejor educación, el actual o el de antes?, quedará como un cuestionamiento para resolver en otra ocasión. Dentro de la formación hay educación, y si hay educación hay creación, hay producción y hay desarrollo, independientemente de si se utiliza en beneficio o en perjuicio de la sociedad.El mayor propósito que tenemos quienes “educamos” o creemos educar; es educar personas para formar una mejor sociedad, sin embargo, hay personas que aunque les demos la mejor educación toman un camino diferente al que nosotros pensamos, no queriendo decir esto que educamos de forma inadecuada, es sólo que cuando educamos a alguien no sabemos qué rumbo tome esa persona con su vida, es más, puede que la educación que recibió no haya sido la más acertada según su criterio y decida encaminarse por senderos que nunca pensamos durante su proceso de educación. En mi criterio considero que hay que educar para generar conciencia sobre las situaciones que día a día se presentan y así poder tener autonomía para tomar la que sea tal vez la mejor decisión. Quiero concluir diciendo que: será que educamos para transformar ó, será que debemos educar para preparar a las personas de modo tal que sepan enfrentarse a la sociedad actual; una sociedad consumista, capitalista, dictadora, una sociedad que absorbe al más débil y da mucho más poder al más fuerte, tal y como lo dice el señor Manfred Max Neef en su conferencia “el mundo en rumbo de colisión” cuando afirma que “nunca hay suficiente para los que no tienen nada y siempre hay suficiente para los que lo tienen todo”, es decir, ¿el mundo es de los que más educación tienen? ó ¿de los que más poder tienen?. ¿Será acaso que la responsabilidad sigue estando en quienes educamos y la forma como educamos, ó de quienes son educados y su decisión de qué hacer con la educación recibida?, es más, aún sabiendo que quienes educamos lo hacemos de la forma en que los “sabios de la educación” nos dicen cómo hacerlo. Sin embargo pienso, que aunque la educación sea impuesta, de acuerdo a unos intereses políticos y económicos, debemos continuar con nuestra vocación (quienes aún pensamos así) y seguir teniendo esa ideología de que si educamos bien podemos lograr transformar la sociedad, una sociedad que nos permita tener una mejor calidad de vida, tal y como lo mencioné al principio de este escrito.
Mario Bustamante Osorio
Lic. en Educación Física
Esp. en Gerencia Educativa
Lic. en Educación Física
Esp. en Gerencia Educativa